CORDOBAZO: Una rebelión popular

A 54 AÑOS. Una rebelión de los trabajadores de las automotrices cordobesas junto con la juventud estudiantil poblaron las calles de Córdoba, en 1969. Nuestro recuerdo a grandes dirigentes sindicales, y al pueblo que dejó en jaque al gobierno de Onganía.

La juventud, y rebelión como clima de época

Canciones de los Beatles, las chicas en minifalda, el pelo largo en los varones la imaginación al poder del mayo francés, la juventud tomando la Sorbona (la universidad parisina por excelencia), rebelándose frente a las autoridades pacatas y autoritarias. Los Rolling Stones y el movimiento hippie, (anticapitalista y anti guerra de vietnam), como parte de los elementos que forjaron la cultura juvenil. El asesinato de Ernesto “Che” Guevara a manos de la CIA y la revolución cubana, tuvieron fuerte influencia por la generación joven latinoamericana de aquella época. Por esos tiempos de ilusiones la juventud se comprometió a cambiar el mundo, fue una etapa, la de fines de los 60 de fuerte militancia y compromiso político.

La Argentina de la década del 60, se estaba “degenerando” para las fuerzas armadas, y tras el golpe de estado de 1966, se instaló una junta de comandantes, cuyo presidente era Juan Carlos Onganía. Así comenzó un gobierno reaccionario, clerical y represivo en lo político y social, pero liberal en lo económico, llamado Revolución Argentina. El ministro de economía Adalbert Krieger Vasena de la familia que reprimió a sangre y fuego a los obreros por un reclamo laboral en 1919, aplicó un plan conocido en la Argentina, y muy triste para los y las trabajadores. La derecha argentina tiene ejemplos de ser conservador en lo político y social, pero liberal en lo económico, lo que marca una característica, una expresión liberal-conservadora. Una fórmula de a Dios rogando, y con el maso dando, y como si fuera poco un plan clásico de ajuste.

Un clásico argento, ajuste y represión.

Reemplazando al ministro anterior Jorge Salimei, Krieger Vasena, devaluó la moneda un 40%, incrementó las tarifas públicas, dejó cesante las paritarias y congeló los salarios, un esquema netamente regresivo para las clases populares. La proscripción al peronismo, el no poder participar de elecciones libres y democráticas se suma la convulsión social, que se profundizó como una olla a presión a partir de estos hechos. El mes de mayo de 1969, las protestas y movilizaciones se hicieron sentir en Corrientes el 15 de este mes la policía reprimió a un grupo de estudiantes y un policía disparó perdiendo la vida el joven Juan José Cabral. Surgió una protesta a partir de este hecho en Rosario, el uniformado Juan Agustín Lescano, disparó impunemente matando a Adolfo Bello, de tan solo 22 años. Esto provocó una nueva manifestación, y el enfrentamiento con la policía que arrojó como saldo la muerte de otro joven esta vez de 15 años, el aprendiz metalúrgico Luis Norberto Blanco. Una muchedumbre los días siguientes al 22 de mayo ganó la calle, y la ciudad de Rosario se convirtió en un polvorín, en lo que se denominó el Rosariazo. El antecedente de lo que vamos a contar, el Cordobazo.

Agustín Tosco. Uno de los grandes dirigentes del movimiento obrero. Del sindicato de Luz y Fuerza.

Onganía se negaba a reabrir las paritarias y dar un aumento salarial desde 1967, y la CGT dividida, en una fracción más combativa CGT de los Argentinos, acordó con la CGT Azopardo y llamó a un paro general para el 30 de mayo. La importancia de la Confederación General del Trabajo, está dada en el marco de un país industrial, muy diferente a la atomización laboral y precarización actual, en la que la economía popular comenzó a fomentar otro tipo de organizaciones, la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), no siendo la CGT, la única Confederación que nuclea trabajadores.

Córdoba, la rebelde con causa

Es llamativo, la provincia había estado a la vanguardia de la Libertadora, la recorría un fuerte sesgo antiperonista, con una clase media ilustrada, “la docta”, y de resquemor antiporteño. Sin embargo desde SITRAC y SITRAM, las automotrices se forjó una clase obrera calificada, movilizada, y guiados también por una nueva clase de dirigentes, de tendencia de izquierda y combativa. Entre mates, galletas, y charlas muy temprano a la mañana, o de madrugada surgen las figuras de René Salamanca, Atilio “el negro” Lopez y el gringo Agustín Tosco del sindicato Luz y Fuerza, fueron los referentes. “El día 29 de mayo amanece tenso. Algunos sindicatos comienzan a abandonar las fábricas antes de las 11 horas. A esa hora el gobierno dispone que el transporte abandone el casco céntrico. Los trabajadores de Luz y Fuerza de la Administración Central pretenden organizar un acto a la altura de Rioja y General Paz y son atacados con bombas de gases”. De esta manera cuenta el inicio del conflicto el dirigente sindical Tosco. Hay una gran movilización dividida en tres columnas, centro, norte y sur.

En aquel día el gobierno provincial militarizó las calles, e impidieron el avance de las columnas obreras, esto desembocó en una insurrección popular. La policía en las calles y el gobierno se fueron desbordados, declaró el estado de sitio y la lucha se concentró en el barrio Clínicas, con una ciudad a oscuras al anochecer porque el sindicato de luz y fuerza cortó la luz. Participó en la represión el III Cuerpo del Ejército al mando de Jorge Raúl Carcagno, también la IV Brigada de Artillería Aerotransportada y los Batallones de Artillería 4 y 41. Provocaron una verdadera cacería sobre la ciudad dejando casi 180 heridos, 300 detenidos y 4 muertos.

Legado de lucha y un presente con deudas

La historiadora de la Universidad Nacional de Córdoba, Mónica Gordillo, agrega que una de las cuestiones a considerar positivamente, es que el Cordobazo nos deja como símbolo la movilización popular y la lucha colectiva frente a las injusticias. Para quien escribe, en tiempos donde prima el discurso individualista y el “salvate sólo”, “no te metas”, o el “nada va cambiar”, es un buen faro esta rebelión que hoy recordamos. Al principio de esta nota dimos cuenta de un contexto de rebelión y de la juventud participando en política, en un clima de época de ebullición cultural y social. Pero, ¿Qué ocurre en estos tiempos?, ¿Será que la metafísica actual de la cultura juvenil no es la rebeldía?

Además ¿Qué ocurre con nuestros dirigentes sindicales?, aún en tiempos diferentes, vivimos en una democracia, incomparable frente a la represión del Onganiato. Pero, ¿cuánto hace que desde las oficinas de Azopardo 826, no se promueve un paro general a la vieja usanza?, ¿Cómo recuperar una tradición contestaria en el sindicalismo, perdido en la burocracia, en la administración de lo posible?.

En el famoso debate televisivo entre José Rucci, y Agustín Tosco, este último dice, “La burocracia sindical es el ejercicio de los cargos sindicales, con el criterio de reducir todo el sindicalismo a la tarea de administrar desde posiciones de poder los beneficios sociales (…) Es decir no asumir la lucha del movimiento obrero como factor para la liberación nacional…”

Tal vez para esto recordamos el Cordobazo, para arrimarnos a algunas certezas, algunas respuestas, pero también para continuar preguntándonos,sobre continuidades y rupturas de aquel pasado de lucha obrera y juventud activa.

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Matías J. Escot. Estudiante avanzado Licenciatura en Historia en UNQ. Docente en Historia. Redactor del medio web quilmeño ENTRE NOS SOCIAL INFO.

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